Racismo en las redes sociales
Miércoles, 22 de marzo de 2017
La Casa Encendida. Madrid
(Ronda de Valencia, 2).
Debate sobre la difusión de mensajes de odio a través de las redes sociales y su importancia como mecanismo de difusión del discurso racista. Organizado por SOS Racismo. Participan: Ana Isabel García León, fiscal de delitos de odio de Madrid; Miguel Pajares, investigador del Proyecto PRISM, Universidad de Barcelona; Mari Ruiz, periodista; y Moha Gerehou, representante de SOS Racismo.
La difusión online del discurso del odio está permitiendo que se expanda de forma constante y llegue fácilmente a todas las personas, especialmente a los jóvenes. Las organizaciones o grupos que difunden ideas racistas, xenófobas, sexistas, homófobas, etc., han encontrado nuevas vías para hacerlo y están perfeccionado los medios de difusión de tales ideas.
Puede afirmarse que la difusión online del discurso del odio ha supuesto un salto cualitativo para su extensión. La investigación PRISM, realizada por la Universidad de Barcelona con distintas universidades y entidades europeas, ha permitido observar que, actualmente, el discurso del odio tiene nuevos medios y más potentes para llegar a los jóvenes en todos los países europeos.
Sin embargo, la investigación también ha dejado claro que el problema central no está en que el discurso del odio se encuentre en Internet, sino que está en el hecho de que se encuentre en todas las esferas de la sociedad.
El primer problema es la presencia que tiene el discurso del odio en el ámbito político, en la medida en que han crecido los partidos que difunden ese discurso de forma abierta y enérgica. Además de los partidos políticos, hay asociaciones que también lo difunden y han tenido un crecimiento importante en los últimos años.
El discurso del odio está igualmente presente en la prensa, sobre todo en la prensa online. Aquí cabe destacar la importancia que tiene ese discurso en el feedback que los lectores aportan a las noticias de prensa online.
La presencia del discurso del odio en el debate político y en la esfera pública se ha reforzado y expandido por medio de Internet, y ello ha conducido a que el discurso del odio se haya normalizado.
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